Las únicas experiencias de aprendizaje que he compartido con profesores han sido durante la realización de las prácticas y donde fui participe de su labor diaria, sus múltiples tareas y su eficaz desempeño. Es por ello que, basándome en estas experiencias, pude percibir un ambiente de relación cálido y seguro, basado en la confianza; un ambiente en el que ha dominado en todo momento la buena predisposición por coordinar las actividades a llevar a cabo así como el ayudarse entre ellos ante la resolución de las dificultades relacionadas con las mismas. No negaré que todo fuera idílico pero si he de decir que también he podido comprobar momentos de desacuerdo entre algunos maestros, pero que a través del diálogo, el intercambio de ideas y la crítica positiva se han conseguido solucionar estas situaciones. Pero en general el ambiente laboral y personal ha sido muy agradable pues ellos son conscientes que deben trabajar por un objetivo común y donde en todo momento deben priorizar sus necesidades hacía el alumno.
He podido comprobar que son profesionales muy competentes, preparados y experimentados que combinaban métodos tradicionales (sobre todo de tipo memorístico) con métodos más innovadores donde el alumno iba experimentando su aprendizaje a través descubrimiento y la guía del profesor, lo que ha favorecido la mayor autonomía de los alumnos y despertando su deseo de conocer y descubrir. Pues de ellos he aprendido trucos a la hora de aplicar conocimientos, de crear expectación en los alumnos, cómo hacer se los interesantes ante ellos sin perder su autoridad… y sin olvidar que en todo momento me han hecho sentir participe del diseño de actividades, de la planificación de sus clase, de la organización del aula. Es por ello que me han hecho sentir como una más en el aula pues me han ofrecido su confianza, ganas de progresar y mejorar en mi trabajo diario. Y sin olvidar el trabajo cooperativo. Gracias a todo ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario